domingo, 25 de octubre de 2009

Lanzarote, un pequeño comentario

No me queda claro si lanzarote me conmueve porque me recuerda a Antofagasta
o si Antofagasta me conmovía porque me anticipaba a Lanzarote.

(Y eso que solo he visto un pedacito minúsculo)

lunes, 27 de julio de 2009

la danza

Cada vez tengo más pesada la convicción que soy una anciana de aquellas de los cuentos, que baila con agilidad, casi sin detenerse.

viernes, 24 de julio de 2009

Una notable en la Historia: La Monja Eufrasia



En el año de 1814, Rosa Virginia Pelletier ingresó en la Orden de Nuestra Señora de la Caridad, en Tours, Francia, con el nombre de María de Santa Eufrasia. Ella se encargó del servicio directo a las jóvenes y mujeres. Fue superiora a los 29 años de edad y, por invitación del Obispo de Angers fundó una casa en esa ciudad, en 1829, y la llamó Buen Pastor.

Es una historia común… si no fuera por su making offf… Lo que no se cuenta públicamente es que la monja Eufrasia era todo menos la “monja tipo”. Pese a ser dulce y compasiva por naturaleza, contradecía la dirección autorizada de esa compasión, destinándola a las mujeres “sin honra ni virtud”, entre otras personas. Era bastante terca y tenía un fuerte carácter, se fugaba constantemente a prestar ayuda concreta y a recordar a estas personas no del todo amadas por la iglesia de entonces que ellos tbn eran “dignos y amand@s hij@s de Dios”. Amaba estudiar y alentaba a sus hermanas al estudio constante, sobre todo a las más jóvenes. Dentro de sus palabras posteriores (ya cuando estaba a cargo de la congregaación) están: “Hijas mías, nada hay más peligroso que la ignorancia; amad el saber”. Por estas razones era objeto de múltiples castigos y causa de muchos dolores de cabeza de sus superioras por aquél entonces….


Versión oficial: En 1831, la Hermana María Eufrasia estableció una comunidad contemplativa para las jóvenes y mujeres de su tiempo que quisieran consagrarse a Dios en su misión de reparación del mal de la sociedad y les dio como Patrona a Santa María Magdalena. Sus constituciones las aprobó el Obispo Montault, el 10 de enero de 1831…


Vamos a traducir: Las comunidades contemplativas son comunidades cerradas. Vamos, monjas de claustro. Esto no era muy afín con si idea de ir por ahí, arreglando, casi literalmente el mundo, digo esto por que años más tarde su forma de hacer generaría un verdadero ejército de mujeres que trabajarían por todo el mundo con su ideario en el corazón (bajo el brazo se puede caer, en el corazón está más seguro). Sufrió zancadillas por todos lados hasta que al fin, llevado el asunto ante el Papa de aquél entonces, escrito está en los libros de la congregación que el papa (u obispo, no recuerdo) dijo así: “Aquí hay claramente dos posibilidades: Usted es una santa o usted está loca. Vamos a ver que pasa si apostamos por lo primero…"


Entonces fue aprobado su Generalato en 1835. Con esta aprobación de la Iglesia, María Eufrasia instituyó la Casa de Angers y las casas dependientes de ésta, como una Congregación distinta de la "Orden de Nuestra Señora de la Caridad". La nueva Congregación recibió el nombre de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers y su orden fue apostólica, es decir de salida libre con el fin de evangelizar y prestar respaldo a, entre otros grupos: prostitutas para que quisieran dejar las calles, niñas huérfanas y mujeres encarceladas. Posteriormente, el 21 de julio de 1855, por mandato de la Santa Sede, la Congregación fue dividida en Provincias. A la muerte de María Eufrasia eran 110 casas alrededor del mundo.


Hay muchas cosas que dejan claro testimonio de la rebeldía constante de esta mujer. Por ejemplo cartas que dejan claramente establecido su fuga de las misas, ya cuando Superiora y Generala, y su marcado amor por la Justicia.
Más en el próximo capítulo....

sábado, 9 de mayo de 2009

Promesa

Prometo solemnemente no atascarme nunca más en un post que no pueda sacar....
De ahora en más habrá siempre nuevos post para "copuchar"

Mujeres Notables que pocos notan 3: Virginia González, Maestra de Primaria

Traté de entrevistarla y conseguir más datos, pero entre mi locura por sostenerme en pie alzando los dos primeros pisos de mi propia pirámide de Maslow y su ritmo de maestra además de la incopatibilidad de horarios, ha sido imposible. Por eso les dejo esto. Segura que al leerlo sentirán la misma tremenda admiración que yo. Además debo agregar que he tenido el honor de tener a esta gran mujer involucrada en la educación de mi hijo. ¡Todo un regalo!. Cuando volvimos de Chile después de dos meses de ausencia y él volvió a entrar al cole, fue ella, directora entonces del colegio, la primera en abrazarlo y decirle "ya estábamos preparando el viaje a Chile para ir a buscarte!". Tbn hay más cosas que contar. Me doy por ultra mega satisfecha si este post llega al Pucará o a cualquier escuela o colegio de Ovalle.



CARTA DE UNA MAESTRA

Empecé a dar clase a los 18 años. En tres meses cumpliré 56.He dedicado la mayor y mejor parte de mi vida a la Enseñanza, una hermosa labor, casi siempre gratificante, alguna vez ingrata.Una vida rodeada de niños y niñas a los que he enseñado a leer, a escribir, a sumar, a recorrer con los dedos de la mente y el corazón las líneas del aprendizaje. Esos antiguos alumnos ocupan ahora una gran parte de la memoria de mi móvil, y me sorprenden enviándome fotos de sus hijas o de sus viajes, mensajes de navidad o invitaciones a fiestas, excursiones, bodas, bautizos y funerales.Con todos esos niños y niñas que ahora, en esta madrugada recuerdo, he viajado a Mallorca, Toledo, La Mancha, Asturias, Gran Canaria, La Gomera…He compartido con ellos playa y monte, cabañas y tiendas de campaña, apartamentos y barrancos. ¿Cómo ahora cobrar 17 euros por cuidarlos 1 hora antes de clase?

Los he llevado a cines, teatros, auditorios, plazas y colegios. He organizado para ellos conciertos, obras de teatro, exposiciones, concursos.Hemos visitado lugares históricos, museos y casas particulares donde un anciano hacía cestos, mientras nos contaba su infancia, o una abuela recitaba un antiguo romance. Han conocido las plantas y los animales de su entorno, las fuentes y los hornos, las eras y las montañas. ¿Cómo ahora recibirlos por 17 euros a la puerta de la escuela para luego enseñarles a amar los libros?

He montado durante todo el mes de agosto del 89 una Biblioteca y un Museo Escolar en un colegio del Sur, libro a libro, pieza a pieza. He comido en sus casas, también a la sombra de los pinos, con sus familias. Con todos esos niños y niñas plantamos árboles, hicimos periódicos, pintamos murales, cuidamos animalillos, estudiamos los cardones y las tabaibas. Para conseguir 25 (¡25!) magníficos libros para la Biblioteca, tuve la ingenuidad, en esos tiempos pretéritos, de colocar una cantidad a plazo fijo para obtener títulos tan sugerentes como “Sujo y el caballo blanco” o “Los cisnes salvajes”, con la satisfacción de poder contárselos más tarde.¿Cómo cobrar ahora 17 euros por darles clases particulares en horas de tarde? Con 19 años regalé una parte del verano del 72 a enseñar a varios niños que había conocido en una Escuela Pública, sin pesetas ni euros por medio. Con ellos descubrí trocitos de cerámica guanche y algún hueso emocionante, entre sumas, restas, “Platero y yo”, Freinet y Neill. Miles de horas en mi vida dadas con ilusión y generosidad, creyendo en el valor intangible de la transmisión del Conocimiento y el Saber. Miles de horas de tardes, sábados y domingos, comprando libros, libretas, rotuladores de colores, regalos, sorpresas. Cuidando su sueño, caminando por veredas o regando los árboles que habíamos plantado. Disfrutando de las olas, paseando por la ruta de Don Quijote, montando el Día del Libro. ¿Cómo cobrar ahora 17 euros para que dominen las divisiones?

En abril del 86, cuando las sustituciones eran casi impensables, pagué a un joven maestro para poder asistir a un curso del Ministerio sobre Fomento de Lectura y así poder obtener 600 libros para la escuela. Libros todos magníficos con los que mis niños se deleitaron.¿Cómo cobrar ahora 17 euros para enseñarles a amar la lectura? He dado horas para Escuelas de Madres, merendando con ellas, jugando, hablando, oyendo sus quejas y sus alegrías. Horas y horas de toda una vida entregadas con una dedicación inmensa corrigiendo, planificando, discutiendo. Asistiendo a cursos de Plástica, Matemáticas, Lengua, Inglés, Nuevas Tecnologías, Astronomía, grupos de trabajo, seminarios, congresos, intercambios con otros centros, Proyectos Europeos, La escuela navega, Escuelas viajeras…¿Cuántos niños y niñas he acunado en sus momentos tristes, para ahora cobrar 17 euros cuando lleguen semidormidos una hora o dos antes de la clase?

He sido directora 6 años en un centro y 13 en otro, luchando por conseguir mejoras para la escuela, atendiendo al alumnado, conciliando la vida escolar, programando nuevos proyectos, dando horas extras en una cantidad que se podrían aproximar a las 10000, en aras de la enseñanza y de su relevancia en la vida de un pueblo, con la satisfacción de que estás contribuyendo a un futuro mejor, más solidario, más libre, más creativo, más equilibrado. ¿Cómo apuntarme ahora para ganar 17 euros la hora, dando lo que ya di desinteresadamente?

He cargado mesas, estantes, sillas y pizarras. He regado jardines y huertos, he ganado premios para mi colegio, he barrido y fregado, he curado niños, los he cuidado mientras llegaban sus padres, los he visitado cuando estaban enfermos, los he consolado cuando estaban acongojados.¿Cómo cobrar ahora 17 euros por recogerlos porque sus padres van al trabajo?

En la madrugada en la que escribo, la vida en la ciudad comienza. Tal vez el taxista que ha parado es uno de mis alumnos, una enfermera que ahora está de guardia aprendió las primeras letras conmigo y la profe de Literatura que se despierta con un poema en los labios aprendió a amar los libros en nuestra Escuela. En la Escuela que queremos, en la Escuela en que creemos. No en la Escuela que nos quieren imponer, sin criterios pedagógicos, sin ideas, sin inversiones, sin ayudas, sin la creencia vital y determinante de que quien no valora a sus enseñantes, flaca prestancia hace a la sociedad en que vive. ¿Cómo cobrar 17 euros creyendo en ese maravilloso proverbio africano: “Para educar a un niño hace falta un pueblo entero”?

María Virginia González Dorta
Maestra de Primaria