Se destinan millones de pesos a
corregir la violencia contra las mujeres. A tratar de hacer justicia y castigar a los
agresores, a apoyar a las víctimas, a prevenir dando autonomía, educando a las
mujeres y hombres para que entiendan que las mujeres somos personas. Que no es
que merezcamos respeto porque podemos ser madres, esposas, hijas, sino porque
SOMOS PERSONAS. Millones para deconstruir
parte de los terroríficos estereotipos de género, para que se entienda que no
somos objeto de inspiración, ni objetos para la reproducción, ni objetos de pertenencia,
ni objetos sexuales. Hasta que viene el día del Padre en Ovalle y ya. Mujeres
con sus cuerpos dispuestos para la diversión y el disfrute visual masculino.
Las mujeres no son más que objetos otra vez. Y aunque no se lo diga SERNAM, Claudio, mijito (como le gusta llamar a las
mujeres jóvenes), ESO TAMBIÉN ES
VIOLENCIA.
(No, señores de la NM, no se les
ocurra decir que tengo razón cuando sabemos harían algo parecido).
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