miércoles, 11 de agosto de 2010

Los mandatos de género y el blog


Hay que decirlo.
No es fácil escapar de los mandatos del género. Hay que estar tan alerta como en el juego de las órdenes al revés, al que es difícil sobrevivir, básicamente porque estamos acostumbrados a hacer lo que se nos dice, a “seguir al líder” y en el tablero del juego de la vida de las mujeres “el líder” suele ser cualquiera, menos nosotras mismas.

Y cuando no tenemos “líder” nos ponemos a buscarlo, algunas veces de manera desesperada y patética (punto al que espero nunca haber llegado). Esperamos que haya alguien más que nos “autorice” a sentirnos dignas de ser amadas por nosotras mismas, por lo general a través de un “te amo”, qué importa lo que haya que ofrecer a cambio. “Si él me ama”, “si ellos me aprueban” “si les parezco guapa” es que ya puedo amarme yo, ya puedo aprobarme, ya puedo respirar tranquila, etc. Es decir, obedecemos a pie juntillas el mandato de género que cae sobre las mujeres: ser para los demás en vez de ser para ser mi.

Bueno todo este circunloquio para decir que llevo meses sin escribir este blog. Meses. Y para confesar uno de los factores que me ha detenido es el pensar que tenía que tener “cara” después de tener a amig@s y lector@s tanto tiempo sin notas, venir a escribir de lo que fuera. Me he pillado, menos mal, por lo que declaro:

Escribiré este blog cuando me de la gana, aunque pase mucho tiempo entre un post y otro… Y cuando escriba, lo mandaré a mis amig@s, que seguro que lo disfrutarán… y sino lo disfrutan, eliminarán el correo antes de abrirlo y todo bien.