jueves, 2 de octubre de 2008

CAMBIOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA

Me gustó mucho este artículo de El Digital de Canarias, tiene de local pero también de universal, recomiendo su lectura para todos los que en algún minuto nos hemos planteado como arreglar nuestro mundo, o al menos el pedacito minúsculo que nos rodea. Creo que sería bueno que Marta Lobos lo leyera, por ejemplo y Cristoan Sáez, aunque a ése le tengo mucha más fe.

El psicólogo Jaime Llinares cree que el director de El Día «es un sujeto poco evolucionado» y espera que en algún momento «pueda salir del limbo de la idiotez»
Este profesional grancanario ha criticado que se potencie una conciencia individualista

EDDC.NET LA LAGUNA (TENERIFE)

El psicólogo Jaime Llinares analizó en Radio San Borondón la actualidad canaria, en especial la situación de crisis económica actual, desde un punto de vista psicológico. Llinares comenzó afirmando que «para que una persona sea medianamente optimista con respecto a la situación del mundo, para que una persona pueda realmente confiar en las capacidades sanadoras y restauradoras que tiene el ser humano, ha tenido que pasar de la conciencia individualista a una conciencia amplia, a una conciencia socioecológica».

Para Llinares, «hablarle a una persona atrapada todavía en la conciencia del “ande yo caliente ríase la gente” y en la conciencia de “la pellita de gofio sólo para mí”, sobre mejorar el mundo o de renovación o de cambios, enseguida te devuelve la moneda con la célebre y tópica expresión de eso es una utopía. Efectivamente, lo que quiere en realidad una persona con conciencia individualista es que el cambio y la renovación sea siempre una utopía inalcanzable. Pero yo creo que aquí, en nuestra querida tierra canaria hay cada vez más personas que se suman al carro de los que van con conciencia socioecológica por la vida, es decir, que han superado –sin negarla, asumiéndola, pero trascendiéndola– la conciencia individualista». También hay mucho torpe, también hay mucho sujeto poco evolucionado, como es el caso del director de El Día, pero también tenemos la esperanza de que en algún momento pueda tener él y tantos como él, un atisbo de luz y de razón y puedan salir del limbo de la idiotez donde parece que están sumergidos».

El psicólogo grancanario cree que «con la crisis económica que estamos sufriendo, el gran delito sería que nosotros creyéramos que en realidad la amenaza es la crisis económica, es decir, la falta de liquidez, el gasto exagerado de los gobiernos, la poca jerarquía de valores sería en los presupuestos de los estados. Mientras nosotros sigamos creyendo que la crisis es económica y no una crisis profunda, una crisis de conciencia, tan profunda que también abarca la economía y todos los sectores de la convivencia humana, mientras sigamos pensando que todo se arregla con economistas, no hemos entendido de la misa la mitad».

Para Jaime Llinares, «el mundo está como está y esta crisis económica ha venido porque la mayoría de las conciencias de los seres humanos es todavía, efectivamente, una conciencia individualista, es una conciencia capitalista, es la conciencia del pillo, una conciencia infantil e inmadura. Imaginémonos que hay un presidente de los Estados Unidos o un presidente del Banco Mundial con este tipo de conciencia. Entonces ocurre lo que está ocurriendo. Y respecto a esto tengo un punto de pesimismo, porque veo que no logramos ser profundos a la hora de señalar las causas. Se habla permanentemente en debates televisivos sobre cuáles son las causas profundas de la crisis que estamos atravesando. Es curioso porque no hay forma de escuchar a nadie que en una buena salida de sabiduría y autocrítica profunda señale la conciencia no evolucionada, la conciencia del pillaje, inmadura e infantil, la conciencia pleitista y pre-personal como la causa profunda del malestar del mundo y de la involución que estamos sufriendo. Es una pena porque la palabra “crisis ” en griego significa “juicio”. Es decir, cuando hay una crisis hay un juicio con la determinación clara de una sentencia. Es decir, aquí ha sucedido algo, ha habido un crimen, hay que juzgar porque hay algo que está mal, hay algo que no es correcto. Es una pena que las crisis, que están hechas para que haya un juicio y, por tanto, un cambio de paradigma y un cambio de mentalidad y, por tanto, un cambio de conciencia, las entendamos como unos momentos duros, difíciles porque falta dinero, porque alguien se gastó más de lo que tenía que gastarse».

«No basta con decirle a Busch “usted es el culpable de la crisis económica”» afirmó Llinares, sino que «habría que decirle “usted es el culpable de la crisis mundial porque su nivel de conciencia es un nivel pre-personal, que no sólo no le sirve para presidir nada, sino que no le sirve ni para ser persona”. Es un nivel de conciencia que todavía está anclado en el narcisismo primario y de ahí no puede salir nada bueno. Esta crisis económica, en su superficialidad, seguramente se arreglará, como medio se arregló la gran depresión del 29 y otras crisis económicas, pero el mundo mejor, ese mundo basado en niveles serios y profundos de conciencia socioecológica, ese mundo de solidaridad, de buenas formas, de simpatía, de igualdad y de respeto, ese mundo no lo arreglan los economistas, ese mundo lo arregla la gente sabia y éstos saben que sólo los niveles de conciencia profundos son los que tienen la posibilidad de hacer los cambios profundos que necesitamos y no los lavados de cara que nos hacemos de vez en cuando para no morirnos de vergüenza frente al espejo».

(las negrillas de "gente sabia" son mías)

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